Se dice que el ciudadano medio reconoce más de mil logotipos de productos comerciales, y sin embargo no distingue más de cinco plantas que crezcan en su entorno Y es probable para que esa mayoría, el diente de león sea una de esas que están en la lista de conocidas. El diente de león es quizá hasta la hierba más famosa del mundo. Cada primavera irrumpe como una alfombra de soleadas flores amarillas que se abren para saludar a la mañana y se cierra por la noche.
Beneficios curiosos del Diente de León
Se considera que el Diente de León purifica la sangre y ayuda en el proceso de filtración de los desechos de la corriente sanguínea. También es útil para el tratamiento de obstrucciones de la vesícula biliar, el hígado, el páncreas y el bazo.
Las propiedades antimicrobianas, astringentes, cicatrizantes y tonificantes que tiene el diente de león son benéficas para los problemas de próstata. Las hojas de diente de león ayudan a la eliminación del ácido úrico. La raíz además, se utiliza para los trastornos relacionados con el hígado, el bazo, el estómago y los riñones. Las hojas para el hígado, los riñones, y la vesícula biliar.
En general, el diente de león es útil para la hipertensión disminuyendo el exceso de líquido que el corazón debe bombear.
Para las embarazadas
Si tomas hojas de diente de león durante el embarazo, fortalecerá el hígado y ayudará a prevenir la preclamsia, que se manifiesta como una subida de tensión con edema. Al tener un alto contenido en hierro, las hojas pueden contribuir a prevenir la anemia, problema muy común en mujeres embarazadas. La tensión alta, y la retención de líquidos durante el embarazo las podemos tratar de forma segura con una infusión de hojas de diente de león, acompañando con una mejora en la dieta.
Para los niños
Si tomamos la raíz del diente de león durante las últimas semanas del embarazo, eso nos ayudará a prevenir la ictericia patológica en el bebé. Si el bebé padece de ictericia, la raíz (como infusión) la debería de tomar la madre lactante, aunque se le puede dar al niño directamente. Con una cucharadita pequeña (5 mililitros) al día es suficiente, aunque la madre podrá tomar tanto como quiera al no existir sobredosis.
Como la hoja del diente de león es galactagoga, aumenta los niveles de leche en la madre y refuerza su calidad nutritiva. El alimento y el té que se prepara con las hojas y la raíz son excelentes por su alto contenido en minerales, favoreciendo así el crecimiento de los niños. Dado que las hojas y las raíces del diente de león ayudan a limpiar el hígado, los riñones, y por tanto la sangre, son magníficas para los adolescentes que padezcan acné.
La infusión conocida como «La cura»
En Europa, hay mucha gente que sigue «la cura». Este tratamiento natural supone tomar tres tazas de té de raíz de diente de león diarias durante seis a ocho semanas. Se puede hacer hasta dos veces al año, en primavera y en otoño.
Otra cura para la primavera es tomar de una a dos cucharadas de zumo de hoja de diente de león en un poco de agua, por la mañana y noche durante varias semanas. En el otoño, se utiliza también un poco de zumo de enebro para tratar y aliviar la artritis. Durante la primavera, ayuda a combatir también los efectos nocivos de los guisos y comidas pesadas del invierno, ya que sirve como detox.
Se debe evitar en todo momento el uso de dientes de león provenientes de campos tratados con herbicidas o fertilizantes químicos en lapsos de dos a tres años.
