Bajar de peso es un proceso largo y arduo. Toda persona que haya intentado deshacerse de los kilos de más lo sabe. Los productos quemagrasas son una salvación para las personas impacientes, que aceleran ligeramente este proceso.
¿Qué son los quemagrasas?
Se supone que los quemadores de grasa, como su nombre indica, aumentan la quema de grasa. Trabajan en dos niveles. Por un lado, estimulan al organismo para que sea más activo físicamente y reducen la fatiga debido al contenido de cafeína. Por otro lado, aumentan la termogénesis, es decir, la producción de calor.
La termogénesis ocurre sin la participación de estos compuestos y sirve al cuerpo para mantener una temperatura corporal constante. Los quemadores de grasa solo aumentan su nivel. Los mejores resultados se obtienen con los que contienen capsaicina de pimienta de cayena, cafeína, catequinas del té y sinefrina de naranja amarga.
La investigación científica muestra que el uso de quemagrasas adecuados, que también son termogénicos , aumenta el gasto energético hasta en un 11% con un consumo regular. ¿Qué significa?
Durante la suplementación, comenzamos a quemar muchas más calorías, por lo que el cuerpo comienza a alcanzar reservas, es decir, tejido adiposo, y como resultado, perdemos peso más rápido.
¿Puedes perder peso sin entrenamiento y sin dieta?
Desafortunadamente, los quemagrasas no son píldoras mágicas que eliminarán el tejido adiposo sin necesidad de sacrificios y trabajo duro en el gimnasio. No funcionan de esta forma.
Si queremos adelgazar, los quemagrasas pueden ayudarnos en esto, pero no sustituirán el esfuerzo físico y una dieta adecuadamente equilibrada. Solo en esta combinación serán visibles los efectos.
Algunos pueden argumentar que, dado que la introducción de tales sustancias aumenta el consumo de calorías, no importa si hace ejercicio o no, porque el efecto siempre estará ahí. Sí, lo harán, pero no cuentes con nada espectacular, suele ser tan pequeño que ni siquiera lo notarás.
Mientras se pierde peso, el 70% del éxito se debe a la dieta, el resto es ejercicio. Sin un menú bien elegido, que tendrá un valor calórico reducido manteniendo las proporciones adecuadas de nutrientes, no haremos mucho.
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¿Cuándo tomar quemagrasas?
Si estamos al comienzo de nuestro viaje con la pérdida de peso, no vale la pena usar quemagrasas. Es mejor concentrarse en desarrollar una dieta y ejercicio, porque el ritmo de pérdida de peso es bastante alto de todos modos y no tiene sentido acelerarlo todavía.
Se recomiendan los quemagrasas cuando la velocidad a la que perdemos kilogramos comienza a bajar o se detiene por completo. De esta forma, la inclusión de una preparación adecuada en la dieta puede estimular y reiniciar el metabolismo. En cuanto a la dosificación, el fabricante incluye instrucciones detalladas sobre cada producto. No se recomiendan dosis más altas. No nos hará perder peso más rápido y puede provocar efectos realmente graves en la salud.
¿Quién no debería tomar quemagrasas?
Los quemadores de grasa no son para todos. No pueden ser utilizados por mujeres embarazadas, mujeres en período de lactancia, ancianos y niños. Los pacientes con enfermedades cardiovasculares deben tener especial cuidado.
La cafeína contenida en la mayoría de estos suplementos eleva la presión arterial, por lo que no se recomiendan para personas que padecen hipertensión o después de un infarto.
