A la hora de decidir dedicarnos de manera más profesional a un deporte, de las primeras cosas que debemos hacer es adquirir el material necesario para poder mejorar en una determinada disciplina. Zapatillas de mejor calidad y especializadas en el deporte que vayamos a realizar, ropa adecuada para tener una mejor facilidad de movimiento y accesorios como pulsómetros para ciclismo serán nuestro mejor aliado. Este tipo de accesorio es muy popular en personas que practican ciclismo, tanto principiantes como expertos, ya que les ayuda a mejorar sus marcas y controlar sus tiempos.
El ciclismo es un deporte que nació en el siglo XIX junto a la invención de la bicicleta. La primera carrera se celebró en Italia en 1870 con un recorrido de 30km, desde Florencia hasta Pistoia, mientras que el primer Campeonato del Mundo ocurrió en 1883, en Gran Bretaña.
Fue a finales de los años 80 del siglo pasado cuando el ciclismo dio un paso más y se pudo entrenar en diferentes terrenos gracias a la invención, por parte de dos estadounidenses, de la mountain Bike, la bicicleta todoterreno.
Este deporte es muy versátil y extremadamente beneficioso para la salud
1. Trabaja el sistema cardiovascular: Ir en bici es un excelente ejercicio de cardio, ya que pone en funcionamiento los músculos mayores de nuestro cuerpo durante un espacio de largo tiempo. De este modo, ayuda a la quema de grasa y a perder más calorías. Será necesario elegir la intensidad y la duración adecuada del pedaleo, ya que es común que al principio se cometan errores que pueden ser perjudiciales para nuestra salud o que nos lleve a abandonar este deporte.
2. Bajo impacto: Al estar subidos en la bici hace que nuestras piernas y rodillas no tengan que cargar con todo el peso, aliviando las articulaciones. Esto lo hace ideal para personas con mucho sobrepeso o problemas articulares.
La importancia de usar un buen pulsómetro
Un pulsómetro es un aparato digital que permite al ciclista, o a cualquier otra persona dedicada a otro deporte, a medir su frecuencia cardiaca a tiempo real, la distancia que ha recorrido durante el entrenamiento, la velocidad que ha llevado, las calorías quemadas, entre otras funcionalidades.
Actualmente, muchos pulsómetros incorporan GPs para ayudar a la orientación; también esta característica permite planificar con más facilidad las rutas o trayectos.
¿Cómo usarlo correctamente?
El uso de este aparato es muy sencillo y fácil: tan solo tendremos que colocar el reloj en la muñeca, el cual es el receptor y el que nos marcará los datos a recopilar en su pantalla digital, mientras que la banda, que hará de transmisor del ritmo cardiaco al reloj, deberemos colocarla a la altura del pecho.
Una vez todo listo, nos empezará a marcar la frecuencia cardiaca que tendremos al inicio del entrenamiento, que debería situarse entre 60 y 80lpm, y a partir de ahí podremos ir controlando el aumento a lo largo de nuestra sesión de ejercicio. Será normal que aumente considerablemente, ya que al realizar esfuerzo físico el corazón empezará a bombear sangre más rápido para poder cubrir las necesidades de los tejidos, músculos y órganos.
