En el mundo que compromete nuestro cuidado y constante mejoramiento de la condición física de cada uno de nosotros, corresponde al cuidado y mantenimiento de nuestros músculos, dicho esto os presentamos la información sobre el Musculo Semitendinoso.
Aprenderás las nociones básicas de este musculo, en lo que cabe, el cuidado, formas para poder ejercitarlo, y, sobre todo, la función de este grupo muscular. Además, alguna de las posibles lesiones que puedes sufrir en caso de no prestar atención a las posturas que tomamos al momento de realizar esfuerzo físico.
Función principal del Músculo Semitendinoso
Este corresponde al musculo que conecta el hueso isquion de la cadera con la porción superior de la tibia, es el musculo que se encarga de la flexión de la pierna, llevándola hacia arriba, se mantiene la inervación gracias al Nervio Ciático, y es la responsable de la rotación en sentido medial de las articulaciones del muslo.
Dicho esto, podemos agregar que este es uno de los músculos que extiende el musculo en la cadera, además de que contrarresta la flexión excesiva de las caderas hacia adelante, además de que contribuye a controlar la extensión de la articulación de rodilla. El uso cotidiano que le das a este musculo es cuando flexionas la articulación de la rodilla para poder llegar a pisar algo.
Procedimientos esenciales para poder ejercitar el Semitendinoso
En realidad, si queremos mantener un musculo sano, debemos realizar su respectivo estiramiento, de esta forma contribuimos a que este pueda realizar la función que le corresponde.
Estiramiento isquiotibial del pie
Este corresponde a un proceso de estiramiento muy conocido, en el que nos mantenemos de pie, con los pies juntos, doblamos el torso hacia adelante llevando las manos hacia la punta de los pies o el suelo, buscamos mantener la posición unos pocos segundos y volvemos lentamente a la posición inicial.
Estiramiento isquitoibial sentado
Igualmente, este es un ejercicio muy conocido en el procedimiento básico de preparación de los músculos de las piernas. Para ejercitarlos, dejando el cuerpo sentado, maten una pierna extendida paralela al suelo y la otra flexionada, busca con las manos alcanzar el tobillo de la pierna extendida.
Mantén la posición no menos de 30 segundos y vuelve a la posición original, buscando repetir esto dos veces al día, este es un tipo de ejercicios que puedes realizar todos los días, ya que contribuye al estiramiento de estos músculos, fortaleciendo los tendones que contribuyen a la inserción.
Calentamiento
Lo más recomendable es el trote constante y suave, de mínimo unos 10 minutos buscando el movimiento armónico del musculo preparándolo para un esfuerzo mayor.
Posible lesión
Tenéis que mantener en conocimiento que, las lesiones ocasionadas a este musculo depende del proceso de estiramiento que se le de al musculo y al nivel de calentamiento en el que se aplique.
En la mayoría de los casos, las lesiones se presentan cuando el deportista de forma repentina, realiza la flexión de la cadera y extensión de la rodilla, produciendo de esta forma un rompimiento de las microfibrillas del musculo, produciendo un fuerte dolor, produciendo una impotencia funcional obligando al deportista a detenerse.